En la UE, se generan aproximadamente 59 millones de toneladas de residuos alimentarios cada año (Eurostat 2022), contribuyendo a un sorprendente 16% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero producidas por todo el sistema alimentario de la UE.
APEAL, la asociación de productores europeos de envases de acero, hace un llamado a las partes interesadas a lo largo de toda la cadena de suministro para que reconozcan el papel fundamental de los envases de acero en la lucha contra el desperdicio de alimentos.
El desperdicio de alimentos es un problema complejo que afecta a todas las etapas de la cadena de suministro. Los estrictos estándares de calidad y apariencia implican que los alimentos "incorrectos" se descartan durante la producción, mientras que un diseño deficiente del envase hace que los alimentos comestibles se estropeen o se dañen durante el transporte. El problema persiste en casa, donde una parte significativa de los alimentos se estropea antes del consumo y termina en los vertederos.
La Comisión Europea señala que el 46% del desperdicio de alimentos ocurre en la fase de consumo de la cadena de suministro, casi tanto como el generado por las fases de producción primaria (25%) y de procesamiento y fabricación (24%) combinadas.
Este año, la Comisión Europea ha introducido objetivos vinculantes de reducción del desperdicio de alimentos que los Estados Miembros de la UE deberán alcanzar para 2030 como parte de la Directiva Marco de Residuos revisada. Estos incluyen la reducción de los residuos en un 10% en el procesamiento y en un 30% en la venta minorista y el consumo. Sin embargo, para lograr estos objetivos serán necesarias soluciones innovadoras a lo largo de toda la cadena de suministro.
Los envases de acero poseen cualidades únicas que los convierten en una herramienta indispensable para combatir el desperdicio de alimentos. Ofreciendo una protección de barrera del 100% contra la luz, el agua y el aire, los envases de acero conservan su contenido de manera más eficaz que cualquier otro material de envasado. Los alimentos generalmente se enlatan dentro de las cuatro horas posteriores a la cosecha, asegurando su frescura y reduciendo la probabilidad de que los artículos deformes o dañados sean descartados.
Y una vez que los productos alimenticios llegan a los consumidores, el envase de acero minimiza los residuos domésticos, proporcionando artículos de tamaño reducido con una vida útil prolongada y un almacenamiento sin energía.
Mientras los países celebran el Día Mundial de la Alimentación, debemos reconocer la importancia de reducir el desperdicio de alimentos para mitigar la emergencia climática. Al proporcionar la vida útil más larga de cualquier formato de envase y ayudar a reducir el desperdicio durante la preparación, el envasado y el transporte, el envase de acero puede conducirnos a un mundo con menos residuos y a una economía verdaderamente circular.
